Internet lo ha cambiado todo, especialmente en estos últimos veinte años, convirtiéndose en la herramienta de trabajo, ocio e incluso socialización de buena parte de la población. Hace apenas dos décadas no podíamos ni imaginar todo lo que podríamos hacer hoy por hoy gracias a la red de redes. Presente en ordenadores, televisores, teléfonos móviles, tablets y hasta coches, podemos encontrar millones de usos a esta tecnología que nos conecta a los unos con los otros. Un sinfín de información a nuestro alcance para aprender, para entender el mundo, para actualizarnos, para ser capaces de descubrir nuevas aficiones, nuevas amistades… Pero no todo es tan de color de rosa como parece. Internet también está dejando muchas sombras en lo que a nuestra sociedad se refiere. Aunque más que a Internet, deberíamos referirnos concretamente al uso que se le da por parte de determinadas personas.
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